Facial
Este procedimiento es complementario respecto a otros tratamientos estéticos faciales, siendo la mejor
opción a la solución para los pacientes que tienen laxitud de leve a moderada y que están buscando una
mejora no invasiva.
El exceso de piel en la cara y en el cuello son los principales signos de envejecimiento, el cual hasta esta
última década solo podía ser mejorado con cirugía. A pesar que el lifting facial es el procedimiento que
corrige la laxitud de piel del rostro, los pacientes prefieren procedimientos menos invasivos porque están
asociados a menor trauma, incapacidad y rápida recuperación.
Con el paso de los años se disminuye la producción y aumenta la degradación del colágeno, además, este sufre
cambios estructurales que conllevan a la laxitud de la piel. La exposición crónica a la luz ultravioleta
aumenta la degradación del colágeno, que juega un papel principal en la estructuración de la dermis. Estos
cambios producen disminución en el espesor de la piel, pérdida de elasticidad y, por ende, el
envejecimiento.
HIFU 7D Ultheroterapia usa la energía del ultrasonido que se utiliza en radiología y terapia física. Estas
ondas de sonido generan calor, contrayendo y levantando el tejido de la piel sin alterar su superficie.
Su tecnología de ultrasonido multifocal intenso fue creada como alternativa no invasiva para el estiramiento
de los tejidos. Su mecanismo de calor multifocalizado que calienta los tejidos a una temperatura óptima
entre 65° y 70° C, durante un lapso determinado, el cual induce a necrosis coagulativa de gran precisión
gracias al sistema visual de ultrasonido que permite localizar el calor desde 1 mm (epidermis) a 4.5 mm
(sistema muscular superficial de la cara y cuello). Así se consigue que miles de diminutos y precisos puntos
de coagulación, a múltiples profundidades, se creen en esta primera etapa de desnaturalización del colágeno,
para dar inicio a la cascada de la neoremodelación del colágeno
Esta respuesta implica la reparación de tejidos y la síntesis de nuevo colágeno, lo que permite a la piel
tener mejores propiedades elásticas y resistir mejor las tensiones mecánicas. Todo lo anterior conlleva a
estiramiento y retracción con mayor firmeza de los tejidos.