Facial
Con el paso del tiempo y la edad, nuestra piel pierde tonicidad, elasticidad, espesor y capacidad para
retener humedad. Todo aquello que contribuya a esto, como la exposición exagerada al sol, las fluctuaciones
en el peso y la herencia, serán factores detonantes del envejecimiento de los tejidos faciales.
La ritidectomía es una operación para la corrección de esos estigmas, mediante la remoción de la piel
excesiva, la reubicación de la musculatura facial, la disminución de los surcos profundos, el relleno de
áreas atrofiadas y con esto lograr recuperar una apariencia más juvenil.
Es importante advertir, que la textura de la piel, no cambia con la operación. Las cicatrices de acné, las
pecas y las arrugas finas, se corrigen al principio pero regresan a su textura original. Sin embargo,
existen procedimientos alternativos para mejorarla, tales como el LASER RESURFACING, el PEELING ó la
DERMOABRACION.
Esta cirugía no detiene el paso de la edad, pero si logra recuperar una década de apariencia más juvenil.
En los Estados Unidos es el quinto procedimiento estético más practicado.
La operación consiste en el despegamiento en dos niveles, de la piel y músculos de la cara, la frente y el
cuello. Se hace un estiramiento y recolocación de los tejidos despegados y se suturan las heridas,
previamente diseñadas para quedar ocultas y prácticamente invisibles.
Se deja un pequeño sistema de drenaje y un vendaje compresivo, que se retira al día siguiente, y es
sustituido por uno más ligero y cómodo para ser eliminado al tercer ó cuarto día.
La actividad física es moderada en los primeros días y se va recuperando a partir del quinto día, para
normalizarse a las cuatro semanas. Considerando que hay poco dolor y las molestias son mínimas, este período
puede ser más corto.